Encimeras de nogal y otras maderas

Tengo almacenada madera especial para encimeras o tapas de mesa: castaño, nogal, peral, roble.

Estas piezas se pueden ver en la sección "piezas especiales de madera".

Todas las piezas proceden de Asturias, y yo mismo me encargué de secarlas al aire. Con piezas de este tipo hice en el verano de 2012 una alacena para el restaurante Qüenco (c/ Alberto Alcocer, 26; Madrid). Esto fue un encargo de Merche Muñoz, propietaria, y Julio Monereo, arquitecto, a los que les agradezco su confianza, pues no fue poco complicado.

Encimera de piezas de nogal
El mueble está compuesto de un entramado de pino de Cuenca, con entrepaños de tilo y encimera de nogal y peral.

Las piezas de nogal y peral que empleé en la encimera proceden de Asturias. Las saqué de árboles derribados por el viento, que conseguí que me serraran, no sin esfuerzo, ya que no querían cortarlo por tratarse de cantidades relativamente pequeñas. Sin embargo, los maderistas, una vez puesto a ello, apreciaron perfectamente la calidad de las maderas, resaltando sobre todo el "negro" del nogal. No es fácil conseguir nogal español de estas características.

Detalle de la alacena
En cuanto al entramado que forma la alacena, lo hice de madera de pino de Cuenca, que suelo comprar en el aserradero del Ayuntamiento de Cuenca (http://www.maderascuenca.com). Esta madera, de tono casi dorado, me encanta, y es bastante barata. Aunque la de carpintería viene bastante limpia, recomiendo comprar una cuarta parte más de la necesaria, para tener la posibilidad de elegir las piezas más bellas y descartar algunas algo más feas. Es difícil explicar cuáles son las piezas bellas, sin duda las que tienen mezcla de madera vieja (duramen) y nueva (albura), las de veta más recta ("la malla" que decían los carpinteros), pero también hay algunas que parecen una acuarela, y otras muy blancas, estas últimas de pino albar (Pinus nigra), que curiosamente son más blancas (y a veces más pesadas) que las de pino silvestre (Pinus sylvestris).

Este asunto de la belleza de la veta, o de "la malla", quizá se comprenda mejor con las piezas de madera, también de pino de Cuenca, que forman las paredes del nuevo Qüenco.

Detalle de la pared del nuevo Qüenco
Otro detalle de la pared del nuevo Qüenco
Para estas piezas, que sirven para mejorar la acústica del local, Julio me propuso utilizar como referencia algunos trabajos de arte geométrico del holandés Josef Albers. Creo que fue una decisión muy acertada, puesto que, como preveía Julio, se vería así el espesor de las piezas (3,5 cm), formando al mismo tiempo una curiosa composición. Es gracioso que, como me contó Julio, algún cliente se siente tentado de pasar los dedos por las hendiduras, como hizo Santo Tomás en las llagas de Cristo.

Por cierto, la malla de esta madera me recuerda a la de las piezas que se usan para las tapas de la guitarra española, sobre todo la flamenca. Teóricamente, las tapas de la guitarra flamenca sólo se pueden hacer de ciprés, pero me pregunto si, en el siglo XVI o XVII, por ejemplo, no podría haberse utilizado también para la construcción de instrumentos. No tengo ninguna prueba de ello, pero creo que valdría la pena investigar esta cuestión, porque la malla de esta madera es muy apretada, sin duda por el clima extremos de la sierra de Cuenca, frío en invierno y caluroso en verano.

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